Huito

Mucha naturaleza, gente agradable, una hermosa vista, sobre todo desde la parela que sobresale entre las otras bellezas del lugar por que es el atractivo principal.

En este sector se celebra cada 12 de febrero la Fiesta de la Asunción de la Virgen. Fiesta que es celebrada por pobladores del lugar y personas de localidades vecinas en la cual se realiza una misa y posteriormente una procesión por lo alrededores del lugar, lo que es un evento muy atractivo para los comerciantes de la zona los cuales acuden a a ofrecer sus productos a los asistentes a esta celebración.

Vivi mas de 15 años en ese lugar aprendí a amar a su gente, su mar, sus caminos y escuelas, es un ambiente sano, escaso de ruido y de las molestias y desconfianzas de las ciudades gente amable linda y amorosa que te abre las puertas de su hogar.

Estoy dedica a la fotografía desde hace un par de años,autodidacta,he participado de varias exposiciones en conjunto con otros amigos y colegas.
Vivo en la comuna de Calbuco en la región de los Lagos,a una hora de la capital regional.
Me gusta fotografiar retratos y paisajes.

Soy nacido y cresido en huito ,toda mi infancia lo pase ahí me crecí corriendo por sus panpas ,playas jugando en aquellos lugares tan hermosos , tiene un aire a tranquilidad tan grande , me confienso que soy un amante de mi tierra que me vio nacer .
Que hasta los día de hoy me llama y la visito cada vez que ciento la nececidad del llamado de mi tierra .Lo que mas llama la atención es su estero y ese mar tan azul, q por si lleva un gran conocido puente . Diría que unas de las zonas turisticas mas hermosas que ahí .En fin solo tienen que conocerlo .

Aunque nací en Santiago tengo la fortuna de que mi familia materna es de aquí y conozco Huito desde mi tierna infancia.Tengo recuerdos idílicos de cuando no había ni siquiera energía eléctrica y la mejor entretención era explorar el monte húmedo y siempre verde mientras mi abuelo,que para mi era un silencioso y tierno gigante, cortaba leña para vender a las camionetas que venian de Calbuco o jugando en el fondo fangoso de la lengua de mar que nutre este lugar maravilloso.La aventura para un "nortino" de mariscar en la pasarela de madera sacando ostras que para un santiaguino son un verdadero manjar.

Huito es sin duda de principio a fin el lugar más hermoso que dios me ha dado a conocer, su gente es tan linda y acogedora, sus caminos tan misteriosos, sus cerros tan verdes y llenos de vida. Cómo no recordar también su antigua pasarela, si una vez se me cayó la billetera 2 veces seguidas desde aquella pasarela y tuve que tirarme 2 veces desde arriba en busca de ella. Pero sin duda lo mejor de la vida, volvería todas las vacaciones con mucho gusto.

Desde mis primeros viajes vacacionales hacia la décima región, producto de que mis abuelos maternos vivían allá, mi vida se enredó y quedó marcada con imborrables recuerdos de Huito. ¡Qué manera de pasarlo bien!. En una primera etapa, solo tengo imágenes borrosas originadas en viajes a corta edad, años 80, buses no muy cómodos, largas horas de viaje, (mareos y vómitos de mi parte incluidos), un “eterno” viaje en tren, comidas que no me gustaban mucho, y mucha, pero mucha gente en la casa de mis abuelos, pues como era costumbre hace muchos años atrás, las familias eran numerosas y de hecho mi madre tenía 12 hermanos, así que harto primo y prima y tíos y tías. Luego de esas primeras imágenes, no del todo claras, aparece de salto el verano del 94, que significó el reencuentro con mis grandes partners (familia y no familia) que no ví durante prácticamente 5 años, y entre los 10 y los 15, ¡puta que hay cambios!. De partida, varios no me reconocieron, los juegos de niños en la playa o en la pampa si bien se mantuvieron, fueron evolucionando y adornándose con momentos en los cuales compartimos los primeros puchos, las primeras cervezas, vinos, en fin, todos aquellos líquidos compuestos con alcohol. También está Ella, así, con mayúscula, mi primera versión femenina de un sueño. Quizás si estando juntos todo el año o con menos de mil doscientos kilómetros de distancia lo nuestro pudo haberse concretado, pero prefiero quedarme con la sensación y el recuerdo de esos viajes llenos de ansia por verla y por dar ese primer anhelado abrazo y el primer apasionado pero a la vez tierno beso. Mi vida citadina quedaba en un último plano y las comodidades (o mejor dicho la falta de ellas) me daban lo mismo, me levantaba feliz día a día a contemplar la primera imagen: ver a mi abuelo enfrascado en su particular manera de dejar el ayuno diariamente: tomar mate y fumar, de piernas cruzadas tras la antigua cocina a leña, observando a través de la ventana el comportamiento de las nubes para así proyectar el si llovía o no llovía. Cerca del mediodía era la hora en la cual aparecía en escena mi abuela, con su pelo larguísimo y sus pasos lentos y seguros hacia su lugar desde donde dirigía las acciones del día, entregando las instrucciones a mis tías respecto a que cocinar para, en promedio, 20 personas diariamente, durante las semanas de vacaciones.