Casco Histórico de Pingyao
Pingyao es una pequeña ciudad que ha sido la cuna del capitalismo y la banca de la China allá por el siglo XIV cuando era el centro financiero de la Ruta de la Seda. Tanto es así que Mao en su revolución cultural trato a esta urbe de ciudad tan perniciosa y perturbadora que ni siquiera se acerco a ella. Es por esta razón por la que ha permanecido inalterada con el paso del comunismo y ha podido mantener, su casco histórico exclusivamente, su fisonomía y arquitectura intacta.
La ciudad perimetralmente amurallada es como debió ser la China del siglo XV. Su arquitectura tradicional de tejados torres y edificios es sin duda la visión que cualquier viajero quiere encontrar en China.
El plan para realizar con niños es visitar es casco histórico en una bici de alquiler, y rodear la muralla y sus diferentes puertas. Perderse por su ordenado trazado urbano y disfrutar de la tranquilidad que hay intramuros de la ciudadela, contrastable con el bullicioso trasiego comercial e industrial de la zona exterior.
Cada rincón es una foto, cada comercio una sonrisa, cada paso una experiencia.
Merece la pena un día entero de paseo en Pingyao.
De vez en cuando tienen lugar en las calles “performance” de episodios de la vida que acontecía en el siglo XVIII con la aparición de los primeros bancos y familias poderosas. Pequeños desfiles de personas vestidas de época dan al paseo un encanto mayor.


