Bilbao

Os quiero recomendar un bonito paseo que hay en Bilbao, que va desde el teatro Arriaga hasta el Palacio Euskalduna, pasando por el museo Guggenheim. Es un paseo que va bordeando la ria de Bilbao, y en el cual nos encontramos en su inicio el teatro Arriaga, un edificio impresionante en la zona del casco viejo bilbaino (al otro lado de la ria veremos la estacion de la Concordia). Seguimos por el paseo y nos encontramos con otro edificio destacable, como es el ayuntamiento de Bilbao. Mas adelante nos encontraremos el puente de Zubizuri (conocido popularmente como el puente de Calatrava) y al fondo las torres de Isozaki.

Bilbao, además del Atlétic y de la ikurriña, tiene un casco viejo por el que es un placer deambular. La ría ha recibido tal transformación que de ofrecer un paisaje triste y sucio antaño, ha pasado a ser una exposición al aire libre de obras de arte y un marco maravilloso para el gran espectáculo que es el Museo Guggenheim, un claro ejemplo de la importancia que asume el continente sobre el contenido.

El Santuario de la Virgen de Begoña domina desde las alturas todo el Gran Bilbao y es punto de encuentro obligado los domingos para la comunidad católica de la zona.
El puente colgante sobre la ria ofrece un paseo en su cabina que no puede ser omitido en la guía del viajero que visite esta Ciudad.

Nos dirigimos hacia Bermeo para luego continuar hacia el cabo de Matxitxako a ver la costa vizcaína y sobre todo el paraje de Gaztelugatxe y su ermita, con unas preciosas vistas.
Conseguimos llegar a Bilbao antes de la hora de la comida y tras aparcar el coche nos dirigimos a la ría del Nervión, a través de la gran vía de López de Haro, para cruzar al casco viejo o de las siete calles, por el puente de la ribera junto al Teatro Arriaga y el Mercado de la Ribera. Este último cuenta con el récord guinness por ser el que más variedades tiene del mundo.
Comimos de nuevo a base de pintxos entre la calle del perro y la pelota, en un ambiente abertzale que me recordaba mucho al del casco antiguo de San Sebastián, aunque aquel en los años 80 era bastante más intimidatorio. Y nos llamó la atención la ubicación de la Catedral de Santiago, encastrada prácticamente en una pequeña placita del barrio viejo.

La ciudad de Bilbao ofrece una gran variedad de posibilidades, desde que sus habitantes han sabido valorar la ría, uno puede caminar tranquilamente por su muelles y observar el Bilbao moderno, pero conforme nos alejamos y entramos en pueblos como Portugalete o Santurce, no podemos olvidar su pasado industrial, y es aquí donde radica el contraste de este Bilbao contemporáneo con su pasado perfectamente compatible. Aconsejo cruzar el puente colgante de Portugalete con el coche, toda una experiencia de otros tiempos, y luego recorrer la orilla de la ría, pasar por Santurce y parar en un parque aledaño donde a modo de mirador podemos observar el Bilbao industrial, y de fondo Puerto Viejo.