Desde Palermo decidí ir hacia Trapani, ...
Desde Palermo decidí ir hacia Trapani, la capital de la provincia ubicada al sudoeste de Sicilia. La zona, además de ser menos turística, mira a África y es la que más influencias ha tenido de fenicios y árabes, tanto, que su plato más típico –además de la pizza- sigue siendo el cous cous.
El trazado laberíntico del casco viejo de Trapani recuerda a las ciudades moras. La ciudad tiene un aire deliciosamente pueblerino y está rodeada por el mar. Si la atraviesas desde el puerto desde donde parten los ferrys a las islas de Favignana, Marettimo, Levanzo y Pantelleria, en tres cuadras llegas nuevamente al Mediterráneo, esta vez a una estrecha playa de arena. Trapani está salpicada de ‘palazzi’ e iglesias preciosas. Como en toda Sicilia, la mayoría es de estilo barroco. Creo haber contado que luego de los terribles terremotos que asolaron a la isla a lo largo de 1600, los edificios más emblemáticos de sus ciudades fueron reconstruidos en ese estilo, muy en boga en esa época.
Dos lugares imprescindibles de la ciudad son el Mercato del Pesce y la Pizzeria Calvino. Por distintas razones, tanto uno como el otro son memorables.
