La Plaza Di Tan se encuentra a los pies del famoso “Bid Buddha” de Hong Kong. Si bien la estatua gigante del buda puede ser un poco decepcionante para quienes buscamos un sitio tradicional y nos encontramos con el armado turístico más grande de la ciudad, la “Di Tan Square” sin dudas hace que el viaje merezca la pena.
Decenas de banderas de todos los colores ondean alrededor de la puerta blanca que marca el inicio del camino hacia el buda de Ngong Ping mientras que cientos de fieles se congregan en una sección de la plaza donde hay inciensos gigantes. Hay quienes queman ofrendas para pedir por la buena suerte, y otros que compran inciensos de un metro de alto para depositarlos en la fuente central después de haberlos encendido con el fuego que está permanentemente encendido en una pequeña casita de ladrillos al costado de la plaza
Entre las curiosidades de la plaza, se encuentra una tortuga de cerámica que –según la tradición china- da buena suerte a quienes acarician su cabeza. El resultado: decenas de personas haciendo fila para hacerlo y una tortuga cada vez más desgastada. Es un sitio donde se pueden pasar horas simplemente observando, y que –en mi opinión- representa el atractivo más auténtico de Ngong Ping.
Una de las plazas más conocidas del lugar, muy cercana al distrito Central y a la casa de Gobierno. Lugar habitual para que la gente se siente a tomar algo o a almorzar. Un sitio tranquilo e interesante donde, además, se celebran ceremonias importantes.