Arquitectura de Lisboa: 10 rincones para amantes del diseño

En el año 1998 se celebró en la capital portuguesa la Expo Universal, que impulsó que la ciudad renovara su urbanismo y diseño. Visita las obras maestras de la arquitectura de Calatrava o Álvaro Siza en Lisboa con esta lista que te permitirá descubrir los grandes referentes de la ingeniería portuguesa.

El Puente Vasco da Gama es el mayor alarde de ingeniería que hay en todo Portugal. Con sus más de 12 kilómetros, este puente inaugurado para la Expo del año 1998 es el segundo puente más largo de Europa. Sus arquitectos, Rito y Virlogeux, pueden estar orgullosos de haber creado uno de los mayores iconos de la capital portuguesa. Otro de los grandes iconos de la arquitectura lisboeta es la Estación de Oriente. Esta estación de tren rompió totalmente con los cánones arquitectónicos de la ciudad y tiene cierto aire futurista. Sus estructuras orgánicas, muy complejas y atrevidas, delatan claramente a su autor: Santiago Calatrava.

Muy diferente es el Pavilhão de Portugal, otro de los edificios construidos para la Expo del 98. Este edificio es una de las mejores obras de Álvaro Siza, que está considerado el mejor arquitecto portugués del siglo XX y que fue maestro de alguno de los mejores arquitectos del momento. Su mezcla de líneas curvas con ángulos rectos dotan a esta joya arquitectónica de una complejidad única.

Otro de los grandes referentes arquitectónicos en Lisboa es el MAAT. Inaugurado en 2016, este edificio diseñado por Amanda Levete está perfectamente integrado en el paisaje del estuario del Tajo, con sus líneas curvas, sus tonos blancos y su espectacular voladizo.

Volviendo al año 1998, cualquier amante de la arquitectura disfrutará de un paseo por el Parque de las Naciones, el recinto ferial donde se celebró la Expo Universal en el que arquitectura y naturaleza conviven en perfecta armonía. Aquí podrás admirar, entre otros, edificios como el Pavilhão do Conhecimento, uno de los principales museos de la ciudad para disfrutar en familia.

El Pavilhão do Conhecimento tiene mucho en común con el otro gran museo para niños de la capital portuguesa, el Museo Nacional dos Coches: ambos presentan un marcado estilo racionalista bauhaus o alemán. Las fachadas de los edificios que siguen este estilo suelen presentar grandes volúmenes que parecen suspendidos en el aire, y mucho hormigón visto. La principal diferencia entre estos dos edificios está en el diseño industrial del interior del Museo Nacional dos Coches.

El Acuario Oceanográfico se divide hoy en día en dos partes: el edificio original, de estilo posmoderno y no demasiado llamativo, y la ampliación que se terminó de construir en 2011, que es una de las mejores muestras de bauhaus en Lisboa.

El racionalismo alemán tiene un polo opuesto, la arquitectura brutalista, en la que sigue habiendo líneas bien definidas y muchos ángulos rectos, pero no hay voladizos: todo el peso parece concentrarse en la base. El mejor ejemplo de este estilo brutalista es el Centro Cultural Belem, que visto desde fuera podría recordar a un fuerte medieval.

El último de los edificios de esta lista sería el Museo Gulbenkian, una obra maestra de la arquitectura del siglo XX, con un estilo muy moderno y que puede recordar a las obras de Le Corbusier. Se trata de un diseño muy orgánico, que busca integrar a la perfección elementos constructivos con naturaleza.

Para terminar, a cualquier verdadero amante de la arquitectura de finales del siglo XX y del siglo XXI le encantará saber que Lisboa está repleto de pequeñas obras de arte del Eduardo Souto de Moura, que fue galardonado con el Premio Pritzker (el Nobel de la arquitectura) en el año 2011.