La casa de Masriudoms

Me sentía agobiada en Madrid, cansada, deprimida. Demasiado trabajo, demasiado strees.... de repente navegando por internet apareció algo que me llamo la atención por lo peculiar de la decoracion que presentaban sus fotos y me dije ¡por que no!. Llame a mi amiga Esther y le dije: ¡chica vamos! Un fin de semana de lo mas enriquecedor. Paz, tranquilidad, buena comida, y buenos pecios¡¡. Consegui que Esther hiciera conmigo una ruta de senderismo y lo mejor fue que no se quejo ni una sola vez de dolor de pies, y eso ya es mucho... En fin, lo recomiendo encarecidamente a todos aquellos que necesiten olvidarse del reloj y a los que les guste los deportes de montaña.