REGULAR
Despues de mi larga experiencia por los establecimientos hosteleros de Madrid, decidí volver a este histórico sitio de C/ Corazón de Maria.
Sitio pequeño, dedicado a las tostas y a los pinchos, en franca decadencia, ya que la calidad de sus productos, no es la que era hace unos años.
Antonio, su dueño, sirve tostas a su antojo, sin importarle lo que tu le pides. Jamón mejorable en mucho, que nada tiene que ver con la calidad que trabajaba hace un par de años.
Tostas de ventresca, que no lo es y la especialidad, ensaladilla rusa.
Trato mejorable y aconsejo al propietario, que deje elegir a cada uno, sin incordiar en su decisión, cuando alguién dice basta, no intentar vender más de lo que el cliente quiere.