Colonia

Köln es una ciudad llena de vida. En verano siempre hay gente paseando por la orilla el Rhein. En las terrazas de los bares nunca falta la Kölsch, la cerveza típica de Köln. Las calles se llenan de vida, arte, música y mercados ambulantes, más conocidos como Flohmarkt. Durante el Carnaval la ciudad se transforma, y es en ese instante cuando uno puede descubrir la verdadera esencia de Köln y sus habitantes. Es una ciudad dónde todo el mundo puede encontrar su rincón. Una ciudad que, sin duda, no deja a nadie indiferente.

Cuando llegamos a Colonia caían chuzos de punta, nunca había visto tanta agua y a la vez tanta naturalidad de sus habitantes ante este diluvio. Cuando nos concienciamos de que iba a ser así empezamos a descubrirla. Lo que mas nos llamo la atención fue su magnifica y monumental Catedral, tanto por dentro como por fuera. Dentro del tiempo del que disponíamos para su visita, la mitad se nos paso intentando fotografiar entera esa Catedral, lo que al final
no conseguimos . Es un pueblo bonito, pero me transmitió su moriña.

En este sitio puedo decir, que la pasé espectacular!!! como siempre digo, LA COMIDA!!! dios!!! en serio que disfruto mucho comer y es una de mis mayores placeres!!!

Totalmente recomendada Colonia para visitarla y vivirla, sobre todo en Navidad! Impresionantemente bonita, con sus mercadillos navideños en todas las plazas de la ciudad.

Y como pueden comprobar, tiene preciosas vistas desde el otro lado de ese puente sobre el río Rin, con la catedral más alta de Europa al fondo. ¡Colonia no defrauda!