juan luis garitaonandía adán
Fiesta para canívales
A Loreto, se accede por una sinuosa y estrecha carretera (en Madeira, son todas iguales) que parte de Arco da Calheta. Coincidimos en la fiesta de Nuestra Señora de Loreto y ¡madre mía!, una semana de auténtico "mambo". Canciones populares, fados regados con un vino que pone los pelos de punta, mexicanadas...y hasta la danza del vientre. Y comer; carne, mucha carne. Pequeños puestos de madera, en la calle, donde eliges el trozo, te lo parten, lo clavan en un palo formando una especie de "espeto" gigante y ¡hala!, al bidón. Como canívales.
Aquí el veterinario es el fuego. Y vuelta a beber "chapapote" de 18º.
Fiestas sencillas, para gentes sencillas. Como Dios manda.
Desde aquí mi más sincero agradecimiento, a ésa gente tan cordial.
Convendría con Neruda en aquello de: "confieso que he vivido"
Desde aquí mi más sincero agradecimiento, a ésa gente tan cordial.
Convendría con Neruda en aquello de: "confieso que he vivido"
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