Al llegar a París, deseaba mucho conocer las místicas Gárgolas y creo que fue una buena decisión subir a las torres de la catedral y verlas, ya que desde ahí se tiene una vista privilegiada de París , con la mirada y vigilancia aterradora que representan las gárgolas en la catedral de Notre-Dame.
P.H.I.
En el lateral izquierdo de la cátedra de Notre Dame de París está la entrada a las Torres. Exactamente hay 387 escalones en espiral hasta las campanas y la vista desde arriba es espectacular. Llegamos a una especie de balcón que lleva de una torre a otra pasando por detrás de las famosas gárgolas de la catedral que da la sensación que están vigilando la ciudad.
El horario es distinto al de la catedral (siendo más reducido). Personalmente recomiendo ir con tiempo ya que se forma mucha cola y sólo permiten subir muy poca gente en turnos de quince minutos (la entrada se paga a parte).
París es una ciudad que me encanta; no en vano fue mi primer destino fuera de la Península, hace ya un tiempo, y desde entonces he tenido con ella una relación especial. Suelo viajar con cierta frecuencia, aunque solo sea para pasar dos o tres días, a París, y hace mucho que subí a ver las campanas de Notre Dame, y las gárgolas.
Cuando yo lo hice, la historia la contaba un hombre negro vestido a la moda de Víctor Hugo, que le ponía mucho sentimiento, y daba incluso miedo, aunque hace ya mas de quince años, así que no se como lo harán ahora.
Lo que si recuerdo bien es la sensación de estar allí arriba y contemplar las gárgolas, que son todo un espectáculo. Además, las vistas de la ciudad son excelentes. Un lugar obligatorio, al menos una vez.
Vista de París desde la torre de Notre Dame. En cada rincón de la espléndida y acogedora catedral recuerdas a Quasimodo.
Me gusta de norte a sur
