Isla Waiheke

Quando as praias perto já estão mais do que conhecidas, resta partir ao mundo para conhecer novos litorais. Que, às vezes, podem estar longe, bem longe. Mas não desanime: em matéria de praia e beleza natural, são os lugares distantes que guardam os maiores paraísos. Nova Zelândia que o diga. Em um litoral recortado como este, praia bonita é o que não falta. Ou várias delas, como acontece em Waiheke, uma das ilhas do golfo de Hauraki, considerado um dos mais belos do mundo, e a apenas 35 minutos de ferry de Auckland. O charme da praia está menos no mar e mais na ilha em si (embora, deixemos claro, o mar azul cristalino merece todos os nossos mergulhos e exclamações). Waiheke é uma região produtora de vinhos, o que significa topar com várias vinícolas tão pequenas quanto charmosas. Ali, esqueça a combinação praia + cerveja: uma degustação dos vinhos brancos locais (a maioria feita com a uva Sauvignon Blanc, especialidade do país) é quase uma pedida obrigatória, e harmoniza deliciosamente com a vista da praia, linda, à sua frente. Beber e brindar é só começar. Entre a visita a uma vinícola e outra, uma paradinha nas praias. Afinal, praias como a Oneroa (foto), de areia branca e cercada de lojinhas e restaurantes charmosos nas proximidades, merecem a parada, a visita, o mergulho e a eterna recordação. Ou Onetangi, com dois quilômetros de extensão e perfeita para windsurf. Ou a Palm Beach, que também dispõe de uma faixa para a prática de nudismo. Todas, de fato, praias tão lindas quanto distantes. Mas, como viajantes que somos, sabemos reconhecer as vezes em que o que conta é o destino e não a viagem até lá. O biquíni agradecerá depois.

Cuando cerca de las playas ya están más que familiarizados, sigue siendo del mundo para hacer frente a las costas nuevas. Eso a veces puede ser muy, muy lejana. Pero no se desanime: en la playa y la belleza natural son los lugares distantes que mantienen los mayores paraísos. Nueva Zelanda decirlo. En una línea de costa dentada como esta hermosa playa no hace falta. O varios de ellos, como en Waiheke, una de las islas del golfo de Hauraki, considerado uno de los más bellos del mundo, ya sólo 35 minutos en ferry desde Auckland. El encanto de la playa es menos en el mar y sobre la propia isla (aunque, seamos claros, el mar azul cristalino merece todas nuestras inmersiones y aplausos). Waiheke es una región productora de vino, lo que significa correr en varias bodegas de tan sólo encantadora. Ali, olvidar la playa combinación + cerveza: una degustación de vinos locales de blancos (la mayoría hechos con la uva Sauvignon Blanc, una especialidad del país) es casi un obligatorio solicitado, y armoniza maravillosamente con la vista de la playa, hermoso, delante de ella. Beber y tostado es sólo el principio. Entre la visita a una bodega y otra, una breve parada en las playas. Después de todo, como las playas Oneroa (en la foto), arena blanca y rodeado de tiendas y restaurantes con encanto, cerca de arresto, orden de visita, recuerdo buceo y eterna. O Onetangi, a dos millas de largo y perfecto para practicar windsurf. O Palm Beach, que también cuenta con una pista para la práctica del nudismo. Todos, en efecto, en cuanto a las hermosas playas. Pero como viajeros que somos, sabemos reconocer los momentos en los que lo que cuenta es el destino y no el viaje allí. El bikini te lo agradecerá más tarde.

Des plages superbes, des bons restaurants, des dizaines de vignobles... un parfait week-end oenologique à faire quand tu vis à Auckland. Une île avec un microclimat exceptionel où tu trouveras toujours soleil et chaleur. A seulement 17kms en face d'Auckland et donc très facilement joignable en ferry

Sus maravillosas playas, buenos restaurantes, docenas de viñedos ... un fin de semana perfecto enológico que hacer cuando se vive en Auckland. Una isla con un microclima excepcional de que usted encontrará siempre el sol y el calor. Sólo 17kms en Auckland y por lo tanto fácilmente accesible por ferry