La ciudad de los papas
A orillas del Ródano, en el corazón de la Provenza francesa, la ciudad de Avignon fue la capital de la Cristiandad en la Edad Media y conserva aún las huellas de ese grandioso destino: el Palacio de los Papas; el puente Saint Bénezet conocido como el “puente de Avignon”, famoso en el mundo entero gracias a la canción; las murallas y el casco antiguo constituyen un conjunto monumental excepcional catalogado en el Patrimonio mundial de la UNESCO; además hay decenas de iglesias y capillas, vestigios de un pasado con una historia rica que le dan un atmósfera única a la ciudad.
Llegamos a Avignon un día caluroso del mes de agosto, al cruzar el puente por la carretera la vista era espectacular con la amplitud del río y el grandioso palacio de los papas sobre una elevación. Me sorprendió la inmensidad y tranquilidad del Ródano y la abundancia de barcos casa en sus aguas.
Al otro lado del parque está el palacio de los Papas, inmenso y majestuoso. no pudimos entrar debido a la enorme cola de turistas que esperaba al sol en ese caluroso día de verano.
Como en todas las ciudades de la Provenza hay numerosos restaurantes con terrazas que le confieren un ambiente Mediterráneo alegre y animado.


