Una imagen vale más que mil palabras.
Egipto no es pobre. Alguien ha tomado la determinación de que sea pobre. Militarizado hasta el tuétano. Qizás, la frontera con Israel haga que el Kalashnikov, se utilice como en Inglaterra se utiliza el paragüas. Pero la gente, es amable, muy amable, servicial y tristemente servil.
El caos de su capital, El Cairo, con su permanente olor a gasolina, la contaminación más extrema, las avenidas atiborradas de vehículos la mayoría agonizantes, la ausencia de semáforos, pasos de peatones, aceras con una altura infernal , no presagian nada bueno.
Pero no pasa nada. Es como ver un bando se estorninos. A pesar de las filigranas, no se tocan.